Hablaba hace unas horas con dos pilotos en activo, pero
ya con la experiencia de mas de una década, sobre lo
triste que es correr un rallye y no ver público en las
cunetas , ni en las curvas ni en los
“esperados”saltos…al menos en Aragón.
La verdad es que su percepción de lo que sucede en
Aragón pensando que solo pasa aquí es un tanto errónea.
Pensamos que el haber tan pocos rallyes era la causa del
desapego, pero esta temporada en la vecina Rioja tan
sólo ha habido 4 rallyes de asfalto (Rallysprints) y sin
embargo la afición se presentaba fiel a las citas.
Si mis recuerdos no se dejan llevar por la nostalgia, en
los 70 y 80’s podías ver aficionad@s haciendo brasa para
preparar cenas en alguna curva de un rallye y así
sobrellevar las inclemencias del tiempo y de los
horarios de paso.
En plazas de toros donde se desarrollaba alguna etapa de
asistencia, el público acudía a las tantas de la
madrugada a impregnarse del ambiente o porque no se les
dejaba dormir..pero allí estaba.
Como digo, igual me ciega la nostalgia y allí no
había nadie, pero las hemerotecas de esas épocas están
plagadas de documentos que atestiguan el ambiente
automovilístico.
¿Entonces?...¿Qué le ha pasado a la afición
automovilística aragonesa para esa desafección?...
Tal vez nuestra federación, bien surtida de comisiones,
que tan buen trabajo está haciendo, debería
crear otra dedicada al impulso de la Afición
aprovechando y aprovechándose de las redes sociales y
los medios de comunicación.
Los deportistas quieren disfrutar, y si es posible
vencer en nuestro deporte, pero tod@s sabéis lo que
satisface ver a los aficionados en las carreteras
haciendo señas, haciendo sonar bocinas y animando.
Deberíamos dedicar un pensamiento al tema.